Diagnóstico capilar en peluquería

Diagnóstico capilar en peluquería

Un diagnóstico capilar en peluquería es un proceso de evaluación que permite al estilista o profesional de la peluquería comprender las necesidades y características únicas del cabello y cuero cabelludo de cada cliente.

Este diagnóstico se realiza antes de cualquier tratamiento o servicio de peluquería, ya sea un corte de cabello, un tratamiento de coloración o un servicio de tratamiento capilar. El objetivo principal del diagnóstico capilar es proporcionar recomendaciones personalizadas y precisas para abordar las preocupaciones específicas del cliente y mejorar la salud y apariencia general del cabello.

Durante el diagnóstico capilar, se evalúan diversos aspectos del cabello y el cuero cabelludo, como la textura, el nivel de hidratación, la elasticidad, la presencia de daño o irritaciones, entre otros.

¿Cómo se realiza un diagnóstico capilar en peluquería?

1. Observación visual

Este primer paso implica una minuciosa evaluación visual del cabello por parte del especialista. Se analiza la cutícula, la flexibilidad y la resistencia del cabello, y se detectan posibles anomalías como la caspa, la pérdida de cabello o la grasa excesiva. El cabello se clasificará según su longitud, grosor y estado (seco, normal o graso), así como cualquier tratamiento previo como tintes o permanentes.

2. Preguntas directas al cliente

Para complementar la información, se realiza una serie de preguntas clave al cliente. Estas preguntas abarcan aspectos como la edad, trastornos hormonales, dieta, estilo de vida y rutina de cuidado capilar, uso de productos y herramientas de peinado como secador, cepillo, etc…

 

¿Qué es un diagnóstico en peluquería? Mujer mirando cabello

¿Cuándo considerar un diagnóstico capilar?

Si has notado cambios en tu pelo, ya sea en estructura, volumen, vitalidad. apariencia… o si percibes cambios en tu salud u hormonales, ti tienes alguno de estos síntomas:

  1. Pérdida de cabello: ¿Has notado un aumento en la cantidad de cabello que se cae durante el peinado o lavado? La pérdida excesiva de cabello puede ser un signo que requiere atención.
  2. Picores en el cuero cabelludo: puede ser causada por afecciones como la dermatitis seborreica o la psoriasis, que pueden afectar la salud del cuero cabelludo.
  3. Exceso de grasa: ¿Tu cabello se ve grasoso y necesita lavarse con más frecuencia de lo habitual? Puede ser un signo de desequilibrios hormonales o problemas de salud capilar.
  4. Poca densidad capilar: Si tu cabello parece más delgado o menos voluminoso de lo normal puede ser un indicador de diversos problemas, desde deficiencias nutricionales hasta afecciones médicas subyacentes.
  5. Rojeces o irritaciones: Pueden ser señales de inflamación o sensibilidad, que pueden requerir tratamiento.
  6. Sensibilidad en el Cuero Cabelludo: Esto podría indicar problemas como la tensión del cabello.

¿Qué se tiene en cuenta en un diagnóstico capilar?

Un diagnóstico capilar es una evaluación integral del cuero cabelludo y el cabello que proporciona información crucial para determinar el estado de salud del cabello y del cuero cabelludo, así como para identificar posibles problemas o necesidades específicas.

Se debe considerar el historial capilar del cliente, incluyendo tratamientos anteriores, alergias conocidas o sensibilidades a ciertos productos.

  1. Evaluación de la porosidad

Antes de comenzar es esencial comprender su nivel de porosidad, es decir, su capacidad de retener la humedad. Cuando el cabello está dañado, tiende a ser altamente poroso debido a la apertura de la capa externa de la cutícula, lo que expone la corteza interior. En estos casos, el cabello suele estar mostrar signos de sequedad, deshidratación y fragilidad.

Para evaluarlo, tomamos un mechón y lo deslizamos entre nuestros dedos pulgar e índice en sentido contrario a la cutícula para determinar su estado mediante el tacto. Si es suave y brillante, la cutícula está compacta y el cabello tiene baja porosidad, aunque puede carecer de humedad y ser resistente al tratamiento. Si es áspero, es indicativo de una porosidad normal. Si es muy áspero, quebradizo y seco, el cabello está dañado debido a tratamientos anteriores, siendo recomendable un tratamiento reparador o un corte de las partes afectadas antes de proceder con cualquier otro tratamiento.»

  1. Evaluación del diámetro

Otra evaluación importante es la del diámetro del cabello, que nos indica su resistencia a diferentes tratamientos y la idoneidad para recibir tratamientos regeneradores o de coloración. Esta evaluación puede realizarse manualmente o con un instrumento específico. El cabello fino tiende a acumular más grasa, mientras que el cabello grueso puede necesitar más tiempo para responder al tratamiento.

  1. Elasticidad

En la elasticidad del cabello podremos conocer sobre la salud de su corteza.  Se toma un mechón entre los dedos pulgar e índice y se estira. Un cabello sano se estirará más allá de su longitud original y volverá a su forma original sin embargo, el cabello dañado no recuperará su forma completamente y puede romperse al estirarlo.

Irritación en piel por prueba de alergia

  1. Prueba de alergia

Antes de aplicar cualquier coloración, es importante realizar una prueba de alergia para garantizar la seguridad del cliente. Esta prueba se realiza generalmente 48 horas antes de la aplicación del producto, aplicando una pequeña cantidad en un área de 1 cm por 1 cm en la parte interior del codo y dejándola en contacto con la piel durante 45 minutos antes de enjuagarla con agua tibia. Si no se produce ninguna reacción alérgica, se puede proceder con el tratamiento, aunque no se puede descartar por completo la posibilidad de una reacción en el futuro.

  1. Eliminación de residuos de productos anteriores

Es importante considerar la presencia de residuos de tratamientos anteriores en el cabello, especialmente de coloraciones domésticas, ya que estos residuos pueden afectar tanto la salud del cabello como el resultado final del tratamiento. Los correctores de color pueden dejar residuos químicos que alteran el color del cabello, haciéndolo verse verdoso o rojizo, o incluso causando su caída cuando se combinan con peróxido de hidrógeno. Es fundamental conocer el historial de tratamientos del cabello para evitar sorpresas desagradables y poder corregirlas adecuadamente.

  1. Comunicación con el cliente

Durante el proceso de evaluación capilar, es importante mantener una comunicación abierta entre el especialista y el cliente para obtener información sobre sus hábitos, productos utilizados y tratamientos previos. Cuanta más información nos pueda dar, más precisa será nuestra evaluación.

Beneficios del diagnóstico capilar

  • Selección de los productos adecuados

Permite conocer qué productos son los más adecuados para el tipo de cabello y cuero cabelludo de cada cliente para evitar el uso y compra de productos no lo son.

  • Prevención de daños

Ayuda a evitar daños potenciales al cabello al identificar tratamientos que puedan ser agresivos o incompatibles con su tipo de cabello.

  • Reducción de alergias

Ayuda a evitar reacciones alérgicas al identificar materiales o productos que puedan causar sensibilidad en el cuero cabelludo.

  • Asesoramiento personalizado

Recibe recomendaciones personalizadas de expertos sobre el corte, el estilo y los tratamientos más adecuados para cada cliente, teniendo en cuenta sus necesidades, preferencias, etc….

  • Concienciación sobre el cuidado capilar

Sensibiliza al cliente sobre la importancia del cuidado adecuado del cabello y cómo mantenerlo en óptimas condiciones de salud y apariencia.

¿Cuál es el procedimiento para hacer el análisis capilar?

El procedimiento para realizar un análisis capilar suele involucrar varias etapas:

  1. El estilista o profesional de la peluquería examinará visualmente el cuero cabelludo y el cabello, observando su apariencia general, textura, brillo, presencia de caspa, puntas abiertas, entre otros aspectos.
  2. Se usan herramientas como un microscopio capilar o un tricograma para examinar más de cerca el cuero cabelludo y el cabello, buscando signos de daño, desequilibrios en la hidratación o la producción de sebo, y otros problemas capilares.
  3. El profesional puede hacerle preguntas al cliente sobre su historial capilar, hábitos de cuidado del cabello, estilo de vida y preocupaciones específicas.

Esta información ayuda a obtener una imagen más completa de la salud capilar del cliente y a personalizar el tratamiento en consecuencia.

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